La economía y el mercado laboral ha vivido y sigue viviendo el mayor periodo de transformación de su historia. No hay duda de que las cosas han cambiado. Ahora ya no sirve decir quiero empleo y conseguirlo. Los puestos de trabajo ya no se cotizan como lo hacían antes y todo lo que tiene que ver con emprender y el auto empleo ha ido ganando terreno a los puestos de trabajo tradicionales.
Quiero empleo pero no hay trabajo
Una de las soluciones que está adoptando mucha gente que se encuentra en situación de desempleo es la de hacerse autónomo. Especialmente la gente joven. El mercado laboral cada vez es más pobre. El tejido empresarial está especialmente debilitado por la crisis y cada vez resulta más complicado, no sólo encontrar un trabajo que se adapte a lo que saber a hacer, también contar con un sueldo y unas condiciones laborables aceptables.
Si sabes hacer algo, si estás cualificado para hacer algo, ¿por qué no hacerlo de forma autónoma?
Si eres capaz de hacer un trabajo de calidad, si eres capaz de marcar la diferencia ya que eres una persona con habilidad, ¿por qué trabajar por cuenta ajena para una empresa o jefe que no te valora lo suficiente? No estás defendiendo que todos los empresarios sean malos o que trabajar por cuenta ajena no sea una buena idea. Lo que defendemos es que no se puede trabajar a cualquier precio.
Miles de empresas cuentan con gente cualificada que es brillante. Ingenieros, economistas, carpinteros, periodistas…. Son muchos los profesionales que son realmente buenos en lo que hacen pero que no son valorados lo suficiente. Y no porque el jefe no te aprecie o no te trate bien, simplemente porque la coyuntura económica no permite que tu trabajo y talento sea recompensado como tiene que ser.
Externalización : el futuro
Cada vez son más las compañías que están apostando por la externalización de servicios. Es entonces cuanto gana gran protagonismo el autónomo. A las empresas les resulta más barato contratar a una persona externa y que le presupueste un servicio. Si ese presupuesto le encaja, entonces contará con él. Bueno para la empresa, porque los costes que conlleva una contratación no van a suponer un problema. Aquí se va a pagar un precio cerrado por un proyecto o servicio. Cuando se termine, se pagará y punto. La empresa se ahorra esos costes de contratación , seguridad social, liquidación, despido….
Y es bueno para el autónomo, porque está trabajando. Todo esto permitirá que las dos partes salgan ganando.
Muchas personas son escépticas con la calidad. Algunos defienden que si externalizas pierdes calidad en los servicios. Diferimos. El empresario o la persona contratante tendrá el derecho de pagar cuando el proyecto o servicio haya terminado. Es más, el nivel de exigencia puede ser mayor. Hasta que no reúna la calidad que se ha exigido, entonces no se pagará.
Lo que si que está claro es que si te encuentras sin trabajo y las pocas ofertas laborales que te llegan ofrecen unas condiciones pésimas, adelante prueba a hacerte autónomo y demuestra lo mucho que vales. Aquí el éxito depende de tu talento.
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