Cómo motivar a un empleado desmotivado

Un trabajador desmotivado suele ser un problema para una empresa. Te enseñamos a cómo motivar a un empleado desmotivado.


Cómo motivar a un empleado desmotivado

Motivar a un trabajador que está contento con su trabajo es algo realmente sencillo. No hay nada mejor que un empleado al que le apasiona lo que hace y, lo más importante, que se siente valorado. Es muy importante que un trabajador sepa desde el primer momento que lo que hace es importante, útil y que la empresa se lo sabe recompensar. Lo contrario también sucede, y pasa muy a menudo. Es muy importante saber cómo motivar a un empleado desmotivado.

De lo contrario, ese problema puede generar problemas en el equipo de trabajo y tener consecuencias importantes en los resultados.

Aprender a motivar

Un buen jefe no es sólo el que gana más dinero. El que incrementa las ventas o el que consigue poner en marcha una campaña de marketing ingeniosa. También tiene que ser un líder y luchar contra la desmotivación de sus empleados. Los trabajadores no son números. Quizás antes cuando se dirigían las empresas de forma anticuada, entonces eran considerados como «un mal necesario» para los jefes. Eran meras herramientas que tenían que generar productividad. Las cosas han cambiado, el jefe tiene que conocer muy bien a sus trabajadores, qué les gusta, cómo les gusta trabajar y cuál es su estado de ánimo. Un jefe tiene que tener un componente psicológico, saber entender, tener empatía

Hay que hacer llegar un mensaje optimista, decirles lo buenos que son pero también ponerles las pilas de una manera constructiva cuando hagan algo incorrecto. Si te encuentras un momento en que tienes que exigir a tus empleados una serie de sobre esfuerzos, tendrás que ofrecerles un incentivo. Un premio. Una motivación para que puedan hacer ese pequeño esfuerzo extra de la mejor manera posible.

A veces se da el caso de que el trabajador cuenta con un potencial enorme. Con unas cualidades que lo hacen especial, pero no está bien ubicado en su puesto de trabajo. Quizás no esté en el lugar correcto. Quizás las responsabilidades o funciones que tiene que asumir no se asocien a sus características. Igual tendrías que preguntarle. Igual su respuesta es que lo tendrían que cambiar de puesto porque el que tiene no acaba de llenar a nivel profesional. Un cambio de aires le motivará.

El jefe no es un ogro

En ocasiones nos hemos dado cuenta de que los jefes suelen abusar de su superioridad, lo cual genera que el trato con los empleados no sea todo lo fluido que debería ser. Un jefe no tiene que ser visto como un ogro. Tiene que ser visto como una persona que ocupa un estatus superior dentro de la empresa. Hay que respetar la jerarquía, pero está claro que eso no tiene nada que ver con el hecho de parecer un ser inhumano.

Tus empleados tienen aficiones, les gusta hablar de cosas que no estén relacionadas con el trabajo. Habla con ellos, pregúntales qué tal les ha ido el fin de semana, háblales de tus aficiones. Que vean que trabajan en un lugar en el que los altos mandos son personas como ellos. Que se sientan cómodos. Es muy importante dar una sensación más cercana. Eso hará que se sientan más tranquilos en su puesto de empleo.

 

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